Santa Teresita del Niño Jesús
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Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz o, simplemente, Santa Teresita (Alenzón, Normandía; 2 de enero de 1873-Lisieux, Normandía; 30 de septiembre de 1897) fue una religiosa carmelita descalza francesa declarada santa en 1925 y proclamada Doctora de la Iglesia en 1997 por Juan Pablo II.
Teresa entró en el Carmelo con el deseo de convertirse en una gran santa. Pero a finales de 1894 después de seis años reconoce que este objetivo es imposible de alcanzar. Piensa que todavía tiene muchas imperfecciones y carece del carisma de Teresa de Jesús, Pablo de Tarso y muchos otros. Sigue siendo muy pequeña y está aun muy lejos del gran amor que le gustaría practicar.
Ella entiende que es en esta misma pequeñez en la que puede confiar para pedir la ayuda de Dios. Leyendo las sagradas escrituras, en el libro de los proverbios lee: "El que sea incauto, que venga a mí!" (Prov. 9 - 4) esto le da una respuesta inicial. Siente que aunque es tan pequeña e incapaz puede entregarse a Dios con confianza. Pero entonces, ¿qué va a pasar con eso? Un pasaje del libro de Isaías da una respuesta que anima profundamente: "Ustedes serán como niños de pecho llevados en brazos y acariciados sobre las rodillas. Como un hijo a quien consuela su madre, así yo los consolaré a ustedes" (Is 66, 12-13). Concluye que el mismo Jesús la llevará a la cima de la santidad. Después escribiría: "El ascensor que me debe elevar al cielo son tus brazos, ¡Oh Jesús! Por esto, yo no necesito crecer, por el contrario, tengo que seguir siendo pequeña, cada vez más y más".
La pequeñez de Teresa, sus limitaciones se convierten en alegría, más que en desaliento. Porque es allí donde se realiza el amor misericordioso de Dios para con ella. En sus manuscritos lo describe como el descubrimiento del "caminito". En febrero de 1895 empezara a firmar sus cartas añadiendo regularmente "pequeña" antes de su nombre. Desde ese momento, Teresa utiliza el vocabulario de la pequeñez para recordar su deseo de una vida oculta y discreta. Ahora también lo utiliza para expresar su esperanza: cuanto más se sienta pequeña ante Dios, más se podrá contar con él.